No podemos seguir ignorando el problema
Si hay un tema sanitario que ha sido prácticamente ignorado en toda la historia de la República Dominicana ha sido el de la salud mental.
Lo primero es que la seguridad social no cubre, en el sector privado, prácticamente nada relacionado con estos males y los costos, tanto de especialistas como de medicamentos, son exageradamente elevados para un ciudadano común y corriente.
Lo segundo es que, en el sector público, la oferta de atenciones es muy limitada, para no decir inexistente.
El pasado fin de semana, un individuo que fue catalogado como “enajenado mental” por las autoridades policiales, fue acusado de haber lanzado un block de cemento hacia un paso a desnivel, terminando con la muerte del conductor del vehículo golpeado.
¿Por qué ese señor se encontraba en las calles así?
Después de la pandemia, los niveles de ansiedad, depresión, estrés y otros males relacionados con salud mental se han elevado a puntos dramáticos, no solo en el país sino en el mundo, y en la República Dominicana es poco lo que hemos hecho al respecto.
¿Deberá aparecer otro enajenado que provoque muertes para que reaccionemos?
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