sábado, 19 de noviembre de 2022

Democracia y seguridad ciudadana




 La democracia va de la mano de la seguridad ciudadana, pero cuando esta última falla se hace casi imposible su aplicación, en una sociedad plagada de problemas sociales y de necesidades perentorias para resolver la problemática existente.

El hecho del alto índice de la criminalidad en todo el territorio nacional, hace de la República Dominicana un país casi ingobernable, por suerte el presidente de la república ha sabido inteligentemente maniobrar para hacer el diario vivir de los ciudadanos más apacibles, tomando medidas tendentes a apaciguar los abominables hechos delincuenciales, aún así falta mucho por hacer.

El simple hecho que las autoridades del orden público no han podido controlar la criminalidad, a pesar de actuar en muchos casos con mano dura, esto deja mucho que decir.

La solución del problema de la criminalidad nacional no es un asunto solo  de la policía nacional, sino que deben participar todos los estamentos del Estado para que la lucha contra el crimen organizado surta sus efectos.

Mientras el Ministerio de Educación que recibe el 4% del presupuesto nacional no ponga como obligatoriedad la educación ciudadana, habrán siempre objetivos humanos listos para delinquir, aunque también existen algunos delincuentes estudiados, pero estos en menor caso.

40 años atrás familias que no enviaban a las escuelas  sus hijos eran objeto de multas y apresamientos porque la educación en República Dominicana era obligatoria y el auge de criminalidad era muy limitado en todo el país.

Es lamentable que el Estado dominicano se haya convertido en un botín político donde gran parte de sus funcionarios no están cumpliendo con sus funciones, sinó que solo se interesan por la nómina del fin de mes, pero es un deber ciudadano, participar como ente formador de hombres y mujeres de bien común, mediante la educación familiar.

Al parecer en República Dominicana da la sensación que todo está perdido, razón por la cual no tendrían ninguna validez las deportaciones de extranjeros ordenada por el presidente Luís Abinader, quien ha reconocido que la alta cifra de extranjeros ilegales está fomentando la criminalidad en el país, aunque no todos los extranjeros sean criminales, no importa su estado social y migratorio.

Es cierto que la proliferación de haitianos ilegales a hecho de República Dominicana un país más inseguro, pero es que no solo está lleno de haitianos, sino también de extranjeros de otros países tales como: venezolanos, colombianos, mexicanos, peruanos, hondureños, rusos, y en fin, en cantidad de nacionalidades que, junto al fenómeno de los dominicanos deportados de otras naciones, han hecho de esta nación un territorio inhabitable, es por ello que se debe actuar con responsabilidad, y gracias a Dios que el presidente Luís Abinader está abriendo los ojos a favor de su pueblo.

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