Colombia: A pesar de la sensibilización y socialización de casos de ejecuciones extrajudiciales también conocidos como “falsos positivos” adelantados por la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP en las recientes audiencias de reconocimiento de responsabilidades, este patrón de lesa humanidad parece no tener fin en Colombia.
El medio alternativo Vorágine, reveló el pasado 14 de agosto unos videos en donde un patrullero da su testimonio, en una inspección de la Policía, sobre su comandante, el teniente coronel Benjamín Núñez Jaramillo, que habría asesinado a tres jóvenes, y luego los habría presentado como integrantes de la estructura armada de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, «AGC».
El hecho se refiere al asesinato de Carlos Alberto Ibáñez Mercado, de 26 años, José Carlos Arévalo Contreras (18) y Jesús David Díaz Monterrosa (22), capturados y luego ejecutados extrajudicialmente el pasado 25 de julio en el corregimiento de Chochó, Sincelejo (Sucre). La versión oficial sobre el acontecimiento detallaba que los jóvenes, acusados falsamente de ser miembros de las “AGC”, eran también responsables del asesinato del patrullero Diego Felipe Ruiz, en el marco del “plan pistola” que la estructura ilegal estaba llevando a cabo en esos días.
Sin embargo, en los videos que Vorágine hizo públicos, relativos a una inspección policial llevada a cabo el pasado 2 de agosto, se escuchan testimonios del hecho, en donde declaran que las víctimas fueron asesinadas en “estado de indefensión” y que no eran parte de ningún grupo armado.
Los patrulleros afirmaron que el teniente coronel Benjamín Núñez, en ese entonces comandante operativo de la Policía de Sucre, disparó a las víctimas en una camioneta en donde los jóvenes, en estado de indefensión y estando heridos, habían sido subidos.
Cuando íbamos a salir se montó el J3 (el coronel Núñez). Cuando veníamos en una parte del camino el señor coronel le dio el primer disparo a uno de los sujetos que estaba herido. Al momento quedamos atónitos, no sabíamos qué hacer ni qué decir. Él cogió y les dio otros dos tiros a los otros dos que estaban ahí, y nosotros sin decir nada en el momento. Y callados, con miedo, por alguna represalia del mando, de pronto de cualquiera.
Los agentes afirmaron, además, que los tres muchachos no portaban armas y que en ningún momento tuvieron una actitud de ataque hacia el coronel, lo que hizo que no entendieran los motivos de las acciones del mismo.
En el momento en que él le dispara al primero, no sé por qué lo hizo, si sería rabia, si se dejó llevar por el momento, pero él simplemente le disparó y ya.
Según cuenta Vorágine, los jóvenes fueron retenidos en la tarde del 25 de julio y heridos con armas de fuego. Por esa razón, fueron montados a una camioneta para ser trasladados a un centro de asistencia, sin embargo, a la misma camioneta se subió el coronel Núñez, quien allí los ejecutó.
En el centro asistencial los doctores no pudieron hacer nada para salvar sus vidas y el coronel entregó posteriormente un informe que daba constancia de la afiliación de las víctimas a las “AGC” y que “murieron en combate”.
Sin embargo, los agentes declararon en su testimonio que las víctimas no estaban cometiendo delitos cuando los retuvieron.
Sobre el paradero del coronel Benjamín Núñez no había conocimiento, hasta que el periódico El Tiempo informó que hay constancia de su huida del país rumbo a Panamá, adonde habría viajado el pasado 4 de agosto, dos días después de la inspección en donde los patrulleros lo inculparon.
Hasta el momento la Fiscalía General de la Nación no ha tomado alguna decisión al respeto, a pesar de los testimonios de los policiales y de los familiares de las víctimas que han venido señalando desde el día del asesinato que los jóvenes no hacían parte de ninguna estructura armada ilegal.
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