Por Miguel SOLANO
Los alemanes, siempre enfermo de facismo, creen que le hacen un buen juego al apetito yanqui por la sangre humana provocando a los rusos. Ningún poder en esta tierra le gana una guerra a los rusos. Si atacan a Rusia, China intervendrá. Y lo primero que hará China será barrer el conocido norte del Pacífico. Entiéndase : California, Oregón, Washington… Con China entraría Corea, La India, Vietnam, Mongolia… Los gringos, enfermos por la falta de sangre humana quieren iniciar una guerra por la estúpida razón de que los ucranianos, que no se consideran rusos y que muestran su estupidez no queriendo aprender el idioma, no se entienden con los ucranianos que se consideran rusos y que hablan el idioma.
Un llamado teórico de la academias gringas, para ocultar el hecho del apetito por la sangre humana de su raza, inventó la teoría de la guerra de las civilizaciones. Justificó sus argumentos diciendo que las guerras serían entre diferentes culturas y religiones. Todas mentiras. Desde el principio de los tiempos las grandes guerras han sido entre iguales. Julio Cesar se peleó con Pompeyo y sus hijos, Augusto con Marco Antonio, la guerra de troya fue entre iguales, la prima guerra mundial y la segunda, entre europeos de la misma, raza, cultura y religión.
Y lo siguen siendo hoy. No existe la más mínima diferencia entre un alemán y un ruso, entre un ruso y un ucraniano, entre un italiano y un checo… : mismo color de piel, todos dicen ser cristiano, todos dicen querer democracia y libertad. Y como prueba de que son iguales los une su desenfrenado apetito por la sangre humana.
Ucrania no tiene problemas territoriales : es tan grande que le puede dar tierra al Cielo; no tiene problemas raciales, no tiene problemas religiosos, lo que sí tiene es un apetito diabólico por oler el derramamiento de sangre humana. Y los gringos usan todos los recursos disponibles para asegurarse de que la necesidad por ese maléfico olor aumente. ¿Por qué no sientan a los bandos ucranianos en la mesa de negocios y logran que se entiendan? ¿Dónde están los grandes negociadores que dicen Harvard, MIT, CU… haber formado? ¿Son todos fraudes?
Cuando las cosas son así, cuando es el apetito por la sangre la autentica y verdadera razón, sólo Lucifer puede evitar la guerra; porque Dios, al ver tanta maldad, se desentiende.
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