María Sahuquillo
Las fuerzas rusas enviadas por Vladímir Putin han atacado con fuerza este viernes la capital de Ucrania, Kiev. El segundo día de la primera gran guerra en Europa en décadas, el presidente ruso cargó contra infraestructuras civiles para forzar al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a negociar y a capitular. El Gobierno ucranio informa de decenas de muertos y heridos en ataques por todo el país. Las fuerzas especiales rusas y las tropas aerotransportadas avanzan hacia la capital. Desde el sur y el este, tratan además de envolver al ejército ucranio en la región de Donbás, donde los servicios secretos de Kiev creen que Moscú puede haber infiltrado además a grupos paramilitares para atacar desde dentro y hacerse con el control total de la zona. El plan podría repetirse, dicen, en otros puntos del país, incluso en Kiev, donde el objetivo del jefe del Kremlin podría ser descabezar a la cúpula del Gobierno. Miles de personas han huido desde el Este, más cerca de la frontera rusa, y de la capital, hacia el Oeste, a ciudades como Lviv, cerca de la frontera con Polonia, donde esta mañana se han oído también las sirenas de alerta por ataques. Decenas de miles de ciudadanos tratan de salir del país hacia Polonia y Hungría.
El derribo de un avión ruso sobre Kiev, que ha impactado sobre un edificio residencial de la capital, ha causado un gran incendio. Se trata de un inmueble de 10 plantas, a unos 10 kilómetros del centro de la capital, informa Luis de Vega desde Kiev. Hay al menos cinco heridos, uno muy grave. En un discurso a la ciudadanía ucrania, el presidente Zelenski ha confirmado múltiples ataques con misiles rusos en varios puntos del país y ha asegurado que las agresiones militares tienen como objetivo infraestructuras civiles y militares. “Están matando gente y convirtiendo ciudades pacíficas en objetivos militares”, dijo.
Mientras miles de personas se esconden en los refugios antiaéreos de Kiev y en el metro, el ministro de Defensa, Dmytro Kuleba, ha asegurado que la última vez que la ciudad de 2,8 millones de habitantes sufrió algo similar fue durante la Segunda Guerra Mundial. “La última vez que nuestra capital experimentó algo así fue en 1941, cuando fue atacada por la Alemania nazi”, ha dicho en las redes sociales.
Zelenski, que aprobó el jueves la ley marcial, decretó durante la noche la movilización general de todos los reservistas y reclutas y prohibió abandonar el país a los hombres de entre 18 y 60 años. El presidente ucranio, que había reforzado el Ejército en el este ante la amenaza del Kremlin, que ha concentrado a 190.000 soldados en sus fronteras orientales y nortes, está ahora llevando armas adicionales a Kiev, hacia donde avanzan las tropas de Putin que han entrado desde el norte, por zona rusa y Bielorrusa, un área donde se han hecho con el control de la estratégica zona de exclusión de Chernóbil, donde está el sarcófago accidentado de la central que explotó en 1986 en la mayor catástrofe de la historia.
El mandatario ucranio, que ha reiterado que está abierto a hablar con Putin de paz en cualquier lugar y en cualquier momento, cargó contra Occidente y advirtió a la ciudadanía ucrania de que no esperasen ayuda del exterior. “Estamos abandonados a nuestra suerte en defensa de nuestro estado. ¿Quién está listo para luchar junto con nosotros? Honestamente, no veo a nadie”, dijo en un discurso en ucranio, durante un mensaje a la nación en el que apareció con una camiseta militar verde y sin afeitar.
El presidente ucranio afirmó que él es el objetivo número uno de Putin, que, según los servicios secretos ucranios y estadounidenses, puede tratar de capturar o eliminar a la cúpula del país para poner a un Gobierno títere de Moscú. “El enemigo me marcó como el objetivo número uno y mi familia como el objetivo número dos″, dijo. “Quieren destruir Ucrania políticamente destruyendo al jefe de Estado”, remarcó el líder ucranio que aseguró que está en la capital y que se quedaría allí. Zelenski dijo que su familia también está en Kiev, aunque en un lugar secreto. “También hay información sobre los grupos de sabotaje del enemigo que ingresan a Kiev”, advirtió.
En todo el país, las fuerzas de seguridad han instado a los ciudadanos a evitar vestir ropa militar y a reportar a personas con marcas rojas en la ropa. El servicio de espionaje ucranio cree que grupos paramilitares vinculados a la oscura compañía Wagner, gestionada por un aliado de Putin, y que ya estuvo involucrada en operaciones en la guerra de Ucrania de 2014, en Siria y en Libia, pueden estar ya dentro del país.
Fuente: EL PAÍS
No hay comentarios:
Publicar un comentario