El director de la Academia Dominicana de la Lengua.
Por Miguel SOLANO
La academia, donde quiera que ella se manifieste es el intelecto en acción. Y todo docente, en sentimientos, en movimientos y en palabras debe mantener una guardia estricta en su proceder: ¡Las cargas de epítetos sólo desintegran las normativas y la gloria del alma!
Así que a esas almas que corren tras sus ambiciones hay que normarlas, ponerles, como a un potro joven, fuertes riendas. Aún faltan dos años para que en la Academia se celebren elecciones, pero ya hay académicos con poses de aspirantes inderrotables pues organizaron y trabajan un grupo que muestra con deleite su manto ensangrentado, bajado de la cruz.
Así que SOLANO hace el divino uso de su intelecto para sugerir la aprobación de una metodología electoral académica , cuyo desarrollo sería el siguiente :
1—Se convocará a los académicos y allí en la asamblea, sólo allí, podrán presentar sus candidaturas.
A— Todo grupo queda eliminado y aquel que realice campaña fuera de la asamblea perderá su derecho a elegir y ser elegido.
B—La candidatura es una responsabilidad individual y su sola presentación, por el propio aspirante, le dará poder y validez.
C— La asamblea disfrutará tanto de presencia física como de las participación a través de las redes.
D— El aspirante tendrá 15 minutos para pronunciar un discurso en el que presente su visión y propósito administrativo para los próximos 3 años, incluyendo un presupuesto de ingresos y gastos.
Y a la hora de ejercer el voto, los académicos juzgarán al aspirante OBSERVANDO, entre otras:
1— Que el aspirante tenga la capacidad para encontrar caminos que al transitarlo alcance la salud académica sin afectar la creatividad y la libertad individual!
2— Su capacidad y creatividad científico técnica en materia de la conciencia y las normativas de las lenguas.
3— Su fidelidad a los principios y valores de la corporación.
4— Su capacidad para impulsar cambios con su ejemplo.
5— Su capacidad para armonizar el uso de la lengua con el desarrollo de la conciencia y las normativas a la hora de abrazar las luchas sociales.
La Académia siempre necesitará “la persona ideal para el trabajo soñado”. Si seguimos la divinidad y simpleza de este método tendremos una trayectoria pacífica y ordenada, como deben ser las cosas en el mundo docente. Y ahora SOLANO duerme en tu paz.
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