Los tres elementos de la reforma policial
Por Miguel SOLANO
En ¡Baluarte de la Verdad!, que produce, junto a ABRAHAM FORTUNA, por los canales 12 y 45 de RadioTeleAmerica, Juan José Encarnación, y que se transmite todos los domingos a las 5pm y 12 de la noche, llevamos al sentido común, ese que nunca se olvida de la ciencia, la reforma policial. Explicamos que la reforma policial se reduce a tres elementos:
1—Una doctrina basada en los derechos constitucionales de respeto absoluto a la libertades y el bienestar de los seres humanos y todas las demás especies.
2—Un código de funcionalidad estructural que contemple el respeto absoluto a la institucionalidad del Estado y que contenga una clara determinación geográfica, (una patrulla de 8 por cada 10 kilómetros cuadrados). Y que les haga saber que su función es prevenir y manejar conflictos… Que elimine el “Yo no sabía de eso”.
3— Un entrenamiento físico que tenga como objetivo calmar al elemento conflictivo, no provocarlo, no someterlo al famoso “¡callese, comemierda!
Todo lo demás son detalles: Cuarteles pequeños y limpios, buena tecnología, energía solar… Participación activa en las actividades sociales de su demarcación.
Cuando digo que el código debe eliminar el alegato de inocencia, no estoy diciendo que un patrullero debe ser hayado culpable de un exceso cometido por un agente de su patrulla. Digo que si el agente tenía esa conducta, si era un irrespetuoso de la ley y no fue denunciado, entonces, toda la patrulla es culpable y deben ser expulsados y condenados a perder los derechos adquiridos, (seguro, pensión, préstamos…) Es decir, deben tener muy en claro que la conducta del agente, es la conducta de la patrulla.
En cuanto al tema de la doctrina ideológica, creo que el mejor ejemplo existente lo estableció el hombre que ostenta el más alto rango militar, el Jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército de Estados Unidos, general Mark Milley. Milley, hizo una declaración que , además de calmar al MUNDO, lo estremeció, por y para siempre :
“No hemos jurado defender a un rey o a una reina, a un tirano o a un dictador. No hemos jurado defender a un individuo. No hemos jurado defender a un país, a una tribu o a una religión. Hemos jurado defender la Constitución”.
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