Por Miguel SOLANO
El escenario estaba preparado como banquete para leones. Eran las siete y media de la noche cuando se pasó la lista. Todos habían dicho presente en la Casa Presidencial del PLD. El Comité Político completo. Allí presente estaba Juan Bosch. No lo esperaban, pero había regresado para dirigir el encuentro. Justo y junto al líder y fundador del PLD, llegó Miguel Solano, destinado a asumir el liderazgo del PLD opositor.
La reunión se inició con un informe de Eduardo Selman sobre las condiciones en que el PLD deja el caso Odebrecht. SOLANO interrumpe :
— ¿Por qué perdemos el tiempo escuchando un informe falso que será desmentido, en su totalidad, por el nuevo gobierno? Lo que el ministro de finanzas de nuestro partido tiene que explicar es qué hará con la fábrica de chocolates.
Juan Bosch golpea en la mesa y sentencia:
— Muy cierto. No perdamos tiempo leyendo esa porquería de informe.
Un extraño temblor le perforó la piel a los príncipes de la corrupción y el robo.
Todos los miembros del CP empezaron a abandonar la reunión. Juan Bosch lo observó marcharse, uno por uno ; excepto Francisco Javier que decidió permanecer.
Para mostrar fidelidad, llegó a la reunión Félix Bautista. Juan Bosch lo mira, no le extiende la mano, sólo lo mira.
Miguel SOLANO se prepara para pronunciar su discurso de aceptación del liderazgo peledeista. Juan Bosch lo detiene y le dice:
— Aún no sé , aún no estoy seguro de que todos estén contigo. Espera. Miró a Félix Bautista y a Francisco Javier. Félix bajó la cabeza y con pasos lentos, lleno de dolor, inició su huida. Tras él iban los pies enfermos de Francisco Javier, iban dejando dinero; usaba el viejo truco de distraer al persecutor.
Quedaron solamente Juan Bosch y Miguel Solano. La Casa Nacional del PLD recuerda la paz y la ciencia. Juan Bosch la adorna con su azul mirada. El Maestro Continental movió sus manos y de ellas brotó una esfera de luz. Bosch encendió su nave para reiniciar su divino viaje, abrazo a Solano, le entregó el diamante de sabiduría. SOLANO lo toca y vio que en el centro tenía un mensaje que bailando entre morado y amarillo entonaba:
—Sol... Guía al PLD siguiendo dos valores:
¡El Amor y la Libertad!
Y un principio:
¡La Honestidad!
La libertad para vivir el amor y la honestidad para defender la libertad.
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