EDITORIAL
Calificaciones y descalificaciones en el vocabulario político dominicano, de quienes en sus afanes de conquistar la simpatía de los electores de sus comunidades, acuden al más bajo nivel, en busca de los peores motes usados para denigrar a sus contrincantes o adversarios.
Y es que la guerra verbal usada para contrarrestar a los oponentes cada día se hace más agresiva, porque existen las inventivas que cada vez deben parecer más reales, para así con ello atraer el voto no solo de los indecisos, sino también, como forma de decepcionar a cantidades de electores que ya tienen sus miras o decisiones en determinados candidatos, no importa a cual parcela política estos pertenezcan.
Son agresivos, tenaz y muy creativos, porque con ello buscan contrarrestar la objetividad política ajena, entre mayor daño causan, mayor es la satisfacción, porque gozan de la capacidad de construir pirámides para alcanzar la cima del éxito, aunque tengan que subir por una montaña de cadáveres hasta lograr el objetivo de llegar a la cima.
Ataques y contra ataques, es la temática usada por la mayoría, y es que en la política dominicana el nivel se encuentra por debajo de la correa, donde se hacen las más banales acusaciones, descalificando a los adversarios, porque con ellos podría derrotarles rompiendo la moral de quienes les oponen.
Los políticos deben promoverse en base a sus bondades, y con la capacidad de accionar de cada uno, esto sería la mejor competencia exhibida políticamente, y dejarse de señalar solo las supuestas faltas de los contrarios, para que cada quien se haga un juicio de valor, no se puede solo enrostrar la negatividad de los contrincantes, porque en este país que llamamos República Dominicana se hace necesario elevar el nivel político, por el bien de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario