La lucha política interna y el uso de vulgaridades entre los máximos dirigentes de los partidos tradicionales por, intereses particulares y personales ha conllevado a las divisiones radicales e irreconciliables de, esas colectividades de la diáspora en Pennsylvania y la región valle Delaware.
En ese orden de ideas, el (PRD) que antes fuera el partido mayoritario en los estados de Pennsylvania, Nueva York, Delaware, Washington, Maryland, Virginia y Nueva Jersey, ahora esta fraccionado y la parte que queda está en descomposición organizativa y desorientada.
El PRD en Pennsylvania está prácticamente dividido en dos fracciones políticas, las cuales no levantan cabeza, porque cada grupo se considera dueño de la seccional perredeista del Estado.
El partido oficialista (PLD), hace varios años que cada quien andaba por su lado y, finalmente se produjo la división que se vislumbraba, terminando la disputa por el control de la organización política entre danilistas y leonelistas.
La gran sorpresa de éste enrollo político, ha sido el fraccionamiento de la Fuerza del Pueblo en Filadelfia, luego de haber sido anunciado como partido político emergente, hace varios meses.
En Filadelfia hay conformadas dos directivas de la Fuerza del Pueblo, la Primera Directiva de (LFP), presidida por un empresario automovilístico local y *Organización Fuerza del Pueblo Profesor Juan Bosch* que Coordina un reconocido promotor de espectáculos.
La carencia de orientaciones políticas a los militantes y miembros de esas entidades, la falta de capacidad política y relaciones humanas, han permitido la deserción y renuncia de muchos que, han buscado como refugio a Ramfis Domínguez Trujillo.
De su lado, el (PRM) tiene las cuatro gomas pichadas y no da señales de arranque en los trabajos de campana política que le facilite, obtener el triunfo electoral en primera vuelta en Pennsylvania.
Esta organización política, tendrá que superar los escollos, apatías políticas, integración formal y aceptar a la gente nueva que viene a respaldar su campaña para sacar a los comesolos del poder.
Para ganar unas elecciones presidenciales en un país tan politizado y donde se mueven tantos intereses personales es, necesario orientar bien a sus militantes, buscar a los amigos y aceptar a los enemigos que deseen respaldarte.
*No se puede buscar animadversión, enemistad y ponerle malas caras a las personas que te visitan, ellos también tienen un voto electoral que, podría ser la diferencia en tu cuenta para ganar las elecciones*, indicó finalmente un observador político que prefirió mantenerse en el anonimato.
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