Por Palón Vásquez
El supuesto discurso obsoleto y muy atrasado "Nacionalista, preservación de las fronteras americanas y antinmigrantes", que enarbola diariamente, el Presidente estadounidense, Donald Trump podría generar a corto plazo, una crisis humanitaria de impredecible consecuencia humanitaria en Tijuana, la frontera de México con Estados Unidos.
Más de 7,500 personas desprotegidas en esa inhóspita frontera, traerá consecuencias funestas de impredecibles consecuencias a corto plazo.
Alrededor de 1,900 niños envueltos en ese flujo migratorio, tendrá sus costos en enfermedades endémicas, higiene física y carencia de alimentación.
Esa enorme población de niños y mujeres, ya han comenzado a contagiarse de enfermedades epidémicas y brotes endémicos, como diarrea, vómitos y virus gripales.
Éste es solo el comienzo y, las autoridades sanitarias de Tijuana, no han comenzado ni siquiera a detectar esos brotes epidémicos en las poblaciones albergadas en los refugios locales y estatales del gobierno en Tijuana.
Según el discurso férreo y ultranacionalista contra los inmigrantes, del Presidente Donald Trump, no observamos posibilidades algunas de que estos inmigrantes centroamericanos, puedan lograr sus permisos de asilo en la Gran Nación.
Entonces, la suerte migratoria y el futuro de los *desdichado centroamericanos*, seguirá en un limbo humano y/o las decisiones sabias, inteligentes y protectoras del nuevo gobierno socialista de México Andrés Manuel López Obrador.
Donald Trump no es político republicano hábil, siempre ha sido un hábil y ganancioso inversionista en bienes raíces, pero el nuevo Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, es un político fino, con millones de alternativas administrativas y soluciones importantes para resolver crisis sociales y políticas en su país.
Si el Presidente americano Donald Trump se, atrinchera, se radicaliza y se prohíbe, resolver éste pequeño problemita migratorio, posiblemente no tendrá capacidad y reflexión para resolver problemas de mayores envergaduras de carácter mundial.
Estados Unidos de Norteamérica es el país número UNO del mundo ofreciendo hospedaje y dándole la bienvenida a su territorio a los DESPOSEIDOS DEL MUNDO y un nuevo e improvisado presidente, como Donald Trump, no podrá bajo ningún criterio político, coartar y/o impedir las manos de solidaridad internacional de esta gran nación.
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