SANTO DOMINGO.- El Movimiento Periodístico Marcelino (MMV) condenó el secuestro y posterior asesinato de tres periodistas ecuatorianos por parte de la guerrilla colombiana, lo calificó de absurdo, inútil, tonto, cobarde y pidió a los gobiernos del Ecuador, Colombia, a los organismos y a la comunidad internacional utilizar todos los recursos para evitar que este hecho quede impune.
Olivo De León, coordinador general del MMV, se preguntó qué beneficios calculó que obtendría el Frente Oliver Sinisterra, grupo de disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liderado por alias Guacho al matar al periodista Javier Ortega, al fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra, del diario El Comercio, de Ecuador, a quienes habían secuestrados 19 días antes en la frontera con Colombia.
Afirmó que el asesinato de estos reporteros evidencia la existencia de una guerra contra los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que trabajan a favor de la verdad, por evidenciar y difundir situaciones que a determinados sectores de América Latina y El Caribe no le interesa que se conozca, se analice, se discuta, se plantee y se airee públicamente.
Dijo que esa guerra se manifiesta en la muerte de 442 periodistas y equipos de prensa en los útimos 12 años en el Hemisferio Occidental, de los cuales 13 corresponden al último semestre, mientras que miles han padecido atentados, prisión, persecución, agresiones, intimidaciones, sometimientos y otras formas de violencia.
Recordó que el pasado año de 2017 fueron asesinados 42 trabajadores de prensa en nueve países de América Latina, de los cuales 26 se registraron en México.
Aseguró que en ninguna de las guerras que ha sufrido la humanidad han muerto tantos periodistas como en América Latina y El Caribe, en cuyos países no existe guerra convencional y se vive y se pregona una supuesta democracia que tiene entre sus pilares el respeto a los derechos humanos, la libertad de las personas, la dignidad, el pluripartidismo político y el pluralismo ideológico, el uso de métodos pacíficos en la solución de los conflictos, las elecciones periódicas, libres e informadas; el derecho a manifestar la opinión, la participación ciudadana, la existencia de un estado de derecho, la justicia, entre otros.
Se preguntó qué vio el equipo de reporteros que a los guerrilleros le pareció que no podían vivir para contarlo, que decidieron matarlos, en lugar de utilizarlos para transmitir informaciones de su interés, como en numerosas ocasiones lo hizo la FARC antes de sus negociaciones con el gobierno colombiano.
¿Acaso no podían sacarle más provecho vivos que muertos?. ¿Cuáles fueron las causas para asesinarlos?. ¿Son realmente guerrilleros o narcotraficantes sanguinarios que disfrutan matando?.
Olivo De León consideró que el asesinato contra este equipo de periodistas del periódico El Comercio, de Ecuador, constituye un atentado contra la libertad de expresión en el continente, contra el libre ejercicio del periodismo, contra el derecho de la sociedad a permanecer informada, un intento por imponer la censura y el miedo.
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