jueves, 25 de enero de 2018

¿Por qué quiero ser Presidente del Comité Internacional del PRM?




Por Margarito Carlos De León
 
NUEVA YORK.- Es un deber que yo responda públicamente a la pregunta que ha hecho la base del Partido Revolucionario Moderno (PRM), del porqué aspiro a la Presidencia del Comité Internacional en la Convención del 18 de febrero. Quiero empezar con un poco de historia.
 
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) surgió como respuesta a la anarquía, el paternalismo, el secuestro de los organismos por parte de los líderes del momento y por ende la anulación de la democracia interna, impidiendo que la voluntad de la mayoría se expresara libremente en la organización que abandonamos.  La sociedad dominicana esperaba con ansiedad la conformación de un nuevo partido, donde los dirigentes pudiesen exhibir como atributos integridad, capacidad, honradez y honestidad, para recuperar la confianza.
 
En el exterior, la sociedad dominicana es mucho más exigente, pues nuestros paisanos disfrutan de la autosuficiencia y autogestión económica, por lo que no aspiran o necesitan cargos públicos ni esperan repartos de prebendas para ocupar un espacio relevante en la sociedad.   Su lucha es por la instalación de un gobierno que les garantice un retorno digno, con seguridad pública, social e igualdad para establecerse en el país.
 
Nuestro partido cumplió su tercer año de fundación con varias tareas inconclusas, entre ellas la realización del necesario congreso partidario llamado a dar respuesta a muchas interrogantes, como definir la línea ante los temas de interés nacional e internacional, esclarecer y  endurecer el régimen de consecuencias, para regular el comportamiento ético de nuestros dirigentes y sobre todo la necesaria adecuación de sus estructuras para ponerlas en condiciones de competir con éxito en las próximas contiendas electorales.
 
Nuestro partido, cuenta en sus filas con miles de dirigentes experimentados, capacitados en diferentes áreas del saber, aguerridos militantes que no ascendieron en el mando político debido al secuestro de la democracia en el otro partido, y producto de los acuerdos que dieron origen a nuestra organización se han quedado relegados a posiciones secundarias.  Pero también con una amplia legión de simpatizantes que nos observan desde la distancia, pero no se acercan esperando que el PRM decida tocar sus puertas y les invite a participar.
 
En el PRM ha llegado el momento de restablecer la meritocracia como método de ascenso. Llegó la hora de valorar los méritos acumulados, de calificar a los dirigentes por su hoja de servicios no por sus vínculos con un alto dirigente.  Estamos ante el momento oportuno de seleccionar a los que están calificados para asumir la conducción de esta organización y comenzar a hacer historia, restableciendo la valoración, el respeto al trabajo, el sacrificio y esfuerzo de los dirigentes que residimos en el exterior.
 
Llegó el momento de exigir a los dirigentes rendir cuentas y mostrar a nuestros compañeros los resultados sobre el cumplimiento del deber, ante las tareas partidarias institucionales ordenadas por nuestro partido, desde su nacimiento en septiembre del 2014, hasta la fecha.  Si queremos lograr un partido funcional, la discusión debe de girar en torno a la eficiencia y eficacia en el combate electoral, que nos permita ganar en el exterior los votos que nos faltan para triunfar en las elecciones generales de la Republica Dominicana.
 
Tras las múltiples preguntas, que provocaron consultas y reflexiones llegamos a la conclusión de que podemos satisfacer el exigente perfil que reclaman nuestros compañeros, dirigentes y sobre todo la sociedad.   Revisamos, evaluamos y documentamos nuestro desempeño como Secretario General del Comité Internacional y consideramos que la suerte nos acompañó, pues puso en nuestro camino a un formidable y significativo grupo que de manera altruista, perseverante y solidaria nos ayudó a sortear obstáculos, derribar barreras y pasar la prueba con excelentes calificaciones.
 
Conscientes del evidente agotamiento que provoca en gran parte de nuestros dirigentes la antigüedad en el servicio, luchando desde abajo, el 2020 es crucial para ellos, pues se convierte en objetivo estratégico.  Por tanto, el fortalecimiento estructural e institucional del PRM es una tarea impostergable y hay que tomarlo en serio.  Es mi responsabilidad, y la razón por la que, atendiendo al llamado y hasta exigencia de muchos valiosos y meritorios compañeros, asumo el compromiso de seguir cumpliendo con el deber de mantener presente y en alto la razón redentora del Partido Revolucionario Moderno.
 
Los compromisos que se contraen voluntariamente tienen mayor peso que los contractuales.  Mi compromiso es continuar sirviéndole al partido, sin poses demagógicas, pues, aunque soy un reconocido militante de uno de los proyectos presidenciales, nunca he colocado ni colocaré el interés de un grupo por encima del sagrado interés partidario, que pueda lesionar su unidad. 
 
Mi hoja de servicios está ahí y muestra fehacientemente que siempre he sabido deslindar el campo grupal del institucional, privilegiando este último por sobre cualquier cosa.
 
Con esas calificaciones, la humildad que me caracteriza, la experiencia en la práctica política, el conocimiento probado en el diseño y conducción de los programas y métodos electorales, la seriedad y responsabilidad para asumir los retos que asumo, y el respaldo del equipo que siempre me ha acompañado, me someto a la consideración de ustedes para presidir el Comité Internacional del Partido Revolucionario Moderno.

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