Santo Domingo Norte.- El ex concejal del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Ramón Altagracia valoró como muy positivo que el Ayuntamiento del Municipio Santo Domingo Norte (ASDN), haya desalojado a los vendedores ambulantes de las inmediaciones de la parada del Metro Mamá Tingó en Villa Mella.
Denunció además que la mayoría de esos venduteros, de nacionalidad haitiana apostados en la intersección de las avenidas Hermanas Mirabal y Charles de Gaulle mantenían un caos en toda el área.
Ramón Altagracia, que durante su gestión de seis años se destacó como el regidor que más se preocupó por el tema de la recuperación de los espacios públicos, sometió más de una docenas de propuestas al respecto por ante la Sala Capitular.
Es por ello que el dirigente peledeísta felicitó al alcalde René Polanco por escuchar el reclamo de la mayoría de la población que se quejaba de la arrabalización y la falta de espacios que ponían en riesgo sus vidas al transitar por el lugar.
"El alcalde René Polanco con esta iniciativa da cumplimiento a un reclamo de la comunidad, y continuidad a la política de la administración municipal de desarrabalización y recuperación de los espacios públicos que son utilizados ilegalmente por particulares", precisó el ex regidor.
Resaltó además que esta acción envía una señal a los munícipes de SDN, que esta gestión no permitirá que personas desaprensivas arrabalicen las áreas verdes ni los entornos de recreación pública.
"Nuestras autoridades municipales están en la obligación de desalojar a quien sea, cuantas veces la situación lo amerite ya que la Ley 176-07, autoriza a los ayuntamientos a velar por el cuidado de los espacios públicos", explicó.
En tal sentido agregó "Con esta decisión la Alcaldía da demostración de que tiene bien claro lo que es la función de un alcalde, comprometido con su comunidad y que escucha a sus munícipes".
Arrabalización
La estación Mamá Tingó del Metro de Santo Domingo, en Villa Mella se había sumergido en la arrabalización y el desorden debido a la cantidad de vendedores que se habían establecido allí, sumado al desorden en el tránsito vehicular y peatonal.
Cientos de vendedores se habían situado en las aceras y espacios abiertos para establecer sus negocios, ofrecían al público frutas y vegetales, como son piña, mangos, naranjas, zapote, fresas y lechosa.
También vendían ropa usada, cosméticos, perfumes, alimentos, sobre todo de caña y de naranja; lentes, artesanías, teléfonos celulares y otros.
Desde principio de la actual gestión los moradores y sectores sociales determinantes de la demarcación pedían frenar la arrabalización que afectaba todo el entorno.
pOR Robert Molina
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