Señores, no podemos dejar que crean que somos idiotas, y si hacemos eso, entonces somos unos tarados. En lo que a usted respecta, no se lo tome personal pero analícelo bien. Desde que tenemos uso de razón, nos hemos dado cuenta que hay gente que vive muy bien y otra que pagan muy caro la subsistencia. Al final, uno es lo que cree, y por eso existe un empeño a muerte para hacer creer a las personas determinadas teoría o filosofía, especialmente aquellas que se ven limitadas por su nivel educativo o de concienciación. Hay también quien se acomoda al role de Sancho Panza sin tomar en cuenta que quien vota el voto es capaz de vender su alma al diablo.
Las clases sociales no desaparecen por arte de magia, en otra palabras tu posición social y económica. Pero la sociedad tampoco sigue cierta dirección sin la intervención de la gente, por eso son tan importantes los procesos políticos y que usted los tome como algo muy personal, se trata de usted y de su familia. Todos los procesos y sus instituciones electorales de nuestros países fueron diseñado por la derecha, y por tanto obedecen a los intereses de la clase que dirigen la economía. Los demás es como dice el pueblo dominicano “buche y pluma no más”. Ni Hillary Clinton ni Donald Trump van a resolver los problemas fundamentales de esta sociedad, como no lo ha hecho el presidente Barack Obama, ni tampoco lo hará el presidente Danilo Medina en su país. Todos están determinados por las fuerzas reales que defienden los intereses de la clase dueña o propietaria de los bienes que la sociedad produce. Ahora bien, para los se dejan pasar como idiotas o tarados, este es un discurso trasnochado. Pero lo que no es trasnochado es la muestra de cómo un partido como el PLD, se ha convertido en una corporación sosteniendo la idea del desarrollo sostenido mientras su cúpula se ha hecho millonaria para coincidir con los que depredan el país; no hay diferencia al referirse al partido Demócrata o al Republicano de USA.
Para no pasar por tarados, hay que comportarse con altura política, no importa si usted es uno de los que “no tienen qué perder”. Ser político es algo más que ir a votar o pasarse el tiempo emitiendo vacuencias, aun se haga con elocuencia, como lo hacen los medios de comunicación, Jorge Ramos de la cadena Univision, o el duo Donal/Hillary en los debates, por ejemplo y luego siguen las encuestas.
En la sociedad hay dos tipos de instituciones, aparte de las que tienen carácter productivos, unas que existen para sostener lo que existe y otras con la misión de cambiarlo, es necesario identificarlas y saber quienes las dirigen, aquí entran las iglesias, los clubes, los partidos políticos, e instituciones como los institutos duartianos o patrióticos. Pero no podemos olvidar que todas las instituciones, legales o no, actúan, sépanlo o no, obedeciendo a una táctica y a una estrategia, y si no lo hacen, están enmarcadas por el oportunismo de sus líderes.
Aqui mueren sin pena ni gloria muchos líderes que se pasan como innovadores y promotores pero en el fondo defienden y sostienen la búsqueda de pequeñas dádivas que puedan arrancar de la mesa de los poderosos mientras ellos hacen carreras o son verdaderos “busca vidas”.
Se ha hecho creer que para ser político tienes que ser un habilidoso bien vestido, sin escrúpulos frente a sus oponentes. Al final resulta que hay frases que no pierden vigencia, como la que dicta “por su fruto los conociereis”. ¿Mientras esto usted leía no tenían en su mente algunos personajes del teatro de la corrupción del estado? Aunque ya no hay héroes muchos siguen muriendo víctimas de la desproporcionada desigualdad en y de nuestras naciones.
Por Eramis Cruz
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