Olga Capellán
Por Olga Capellán.-
La República Dominicana se ha sumido en una ola de
delincuencia que no tiene control y que se anida en todos los rincones del país
sin encontrar autoridad alguna que sea capaz de resolver este flagelo que está
acabando rápidamente con la sociedad nacional.
Ahora, cuando ya la población está desesperada y la
delincuencia común está sin control, algunos funcionarios que tienen que ver
con el asunto, pretenden implementar una batida, quienes han manifestado que no
importa la metodología a emplear, sin darse cuenta del peligro a que exponen a
todos los ciudadanos; que pueden ser víctimas también con la misma, porque de hecho esto traería
como consecuencia diversos daños colaterales.
Muchas veces resulta peor la medicina que la
enfermedad, en este caso no se ha visto la existencia de voluntad para acabar
con la delincuencia común y la criminalidad por parte de quienes deben hacerlo;
y ahora pretenden implementar medidas que afectan a toda la población que será
víctima tanto de uno como de los otros.
En la República Dominicana no existe un criterio
ocupacional para los jóvenes que permita a estos mantenerse alejados de los
vicios y el bandidaje, en cambio son estimulados por personajes que pertenecen
a las diversas instituciones del orden público, que aprovechan las
facilidades de accesos a las armas de
fuego y otros instrumentos ideales para cometer cualquier delito, quienes
actúan en complicidad donde se cometen los hechos criminales en todos los
puntos del país.
Falta de oportunidades:
El país no cuenta con un sistema educativo para
jóvenes, sobre todo para aquellos de escasos recursos que son los más
vulnerables, al parecer estos no tienen acceso a los estudios y si lo logran y no
pertenecen o simpatizan con los partidos de gobierno, no podrán acceder a la
vida productiva, a pesar de ser la base primordial para formar una familia y vivir decentemente
integrado a la sociedad.
En la época trujillista y aunque este era analfabeta,
existía la educación obligatoria gratis para los niños, al igual que la salud,
hospitales y medicinas también eran gratis para toda la familia, no existía la
tarjeta solidaridad, pero los precios de los productos de primera necesidad
eran asequibles; y nadie que no fuese él podía disponer de los recursos del
Erario Público, es decir: no había incentivo para los ladrones y la corrupción.
El Dr. Joaquín Balaguer, de hecho solo devengaba un
salario de no más de 3.000 pesos como presidente de la república, y fue el
primero en decir que la corrupción se detenía en la puerta de su despacho,
contrario al presidente del Banco Central y otros funcionarios gubernamentales que
reciben millones de pesos y otros incentivos cada Més, solo para imponer
medidas que afectan a todos los que pagamos nuestros impuestos.
Ahora el Jefe de la Policía Nacional, Nelson Ramón
Peguero Paredes, pretende implementar un plan, que resulta tan peligroso.- Sus
advertencias dictan mucho de su incapacidad que tiene él y el Cuerpo Policial
para enfrentar el mal, y a pesar de que lleva cerca de un año ocupando el
puesto, no ha sido capaz de implementar un sistema convincente para controlar
la delincuencia común y la criminalidad.
Ahora cuando se espera que el jefe de la policía sea
sustituido del cargo, este pretende implementar métodos absurdos é inhumanos para combatir el crimen
organizado, que ante su mirada vio acrecentar, y que dejó se le escapase de sus
manos sin haber hecho una labor de protección ciudadana.
El 16 de Agosto se avecina y Pequero Paredes, debe recordar
que sectores dentro de su propia institución han sido partícipes de hechos
violentos muy lamentables que van en detrimento de su mandato como jefe
policial, entre ellos: el asesinato de un guardián del Banco Popular y otros
hechos similares que ponen en evidencia su incapacidad, donde también miembros de
la Policía Nacional y otros Cuerpos de Seguridad Estatal han tenido un rol protagonista en numerosos de
delitos de delincuencia común y criminalidad, cometidos y que se suponen con
ellos pretenden forzar al propio presidente de la república, Lic. Danilo
Medina, para que proceda a su destitución.
Hay que tener cuidado, porque los intereses que rodean
a los Cuerpos de Seguridad Estatal son desmesurados; diversos sectores dentro
de ellos se encuentran en una hegemonía por el control interno, porque en ellos
se mueven a diario millones de dinero provenientes de sectores oscuros,
promovidos de forma institucional y que encuentran apoyo en gran medida de miembros judiciales que actúan en común
acuerdo con los violadores de las leyes que rigen el país, sean estos
delincuentes comunes o institucionales.
Lo cierto es que el pueblo no aguanta más, pero para
ello no es necesario implementar crueles metodologías que pongan en peligro
nuestra sociedad civil, sino aplicar las leyes existentes que son suficientes,
pero hay que aplicarlas, de lo contrario en esta jungla (República Dominicana)
como la designó el presidente de la Junta Central Electoral Dr. Roberto
Rosario, no se podrá seguir viviendo, es por ello que aconsejamos que el último
que salga: favor de apagar la luz.
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