Por FELIX SANTANA GARCIA. El autor es economista, Reside en Santo Domingo
(Este artículo de opinión y su contenido es de exclusiva responsabilidad del autor)
El gobierno dominicano que preside el ciudadano presidente, Luis Rodolfo Abinader Corona, propugna por construir una ciudad justa, respetuosa del estado de derecho, segura, próspera y solidaria con todos sus habitantes, especialmente con aquellos más vulnerables.
La administración Abinader, está comprometida a actuar sujeto a lo que establece la constitución y las leyes dominicanas, manejarse con transparencia, mantenerse abierto a la participación ciudadana y a pugnar por el logro de la equidad.
Para conseguir lo anterior, el gobierno dominicano aplica visión de Estado, estrategias, conocimientos variados y experiencia junto a sus más cercanos colaboradores, consolidando una administración pública de calidad.
Consolida su visión de gobierno, con un cuerpo de personas servidoras públicas, orgullosas de trabajar en beneficio de la población, respetuosas de la ley, cuidadosas de los recursos públicos, salvo pequeños casos de malas actuaciones aisladas, con un alto grado de competitividad profesional.
Eficientes en su desempeño, proveedores de servicios de calidad, preparados para enfrentar cualquier emergencia, como lo demuestran los hechos calamitosos que han tenido que enfrentar, desde que el Licenciado Abinader asumió el solio presidencial, dispuestos a modificar las situaciones sociales injustas y, a tratar con respeto a todas las personas sin importar banderías políticas.
El gobierno del presidente Abinader, se empeña aplicando una cultura de planificación democrática, evaluando las acciones administrativas, ya que las políticas y los programas de servicio deben ser planeados con base en un análisis claro de los problemas, con objetivos y metas precisos y, con acciones necesarias, para llevarlos a cabo, e igualmente con el establecimiento de estándares de calidad e indicadores de desempeño, explícitos y medibles.
No es secreto para nadie, que el factor humano es fundamental en el desempeño de la consecución de estos objetivos, ya que no basta con disponer de las herramientas técnicas y los recursos financieros y materiales, para las tareas diarias, pero también se necesita sustentar lo anterior con voluntad, actitudes y competencias profesionales.
Cualidades intrínsecas en lo personal y dependientes en buena medida de aspectos formativos y de convivencia profesional.
El gobierno sabe, que no basta con buenas intenciones o tan solo destinar mayores presupuestos o aumentar las coberturas de los programas, sino que es necesario aplicar conocimientos, habilidades y técnicas, estar al tanto de los avances producidos por los estudiosos de la administración pública.
Así también, impulsar institucionalmente el derecho y la obligación de formar, de actualizar y de invitar a los integrantes del gobierno a capacitarse día por día.
Así piensa el notable doctor Luis F. Aguilar Villanueva, experto en gestión pública en el mundo, quien señala que los gobiernos deben caracterizarse por acciones directivas impecables de naturaleza pública y de probada eficacia, exigencia ciudadana, objetivo esencial del análisis, diseño e implementación de las políticas públicas.
Ese es el gobierno del presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, con más luces que sombras, con más logros que fracasos. Un gobierno que día por día se consolida y enrumba a la República Dominicana por senderos seguros, crecimiento y desarrollo económico.
De ahí que no es sorpresa para nadie, en el plano nacional e internacional, que se conozca que la población le requiera por un periodo de cuatro años, hasta el año 2028.
Un presidente que se ha ganado de su pueblo el cariño y la admiración por eso no solo le solicite sino que le reclama un periodo adicional de 4 años, por su excelente desempeño.
El próximo mes de mayo del año 2024, el pueblo dominicano y el resto del mundo serán testigos de la reelección presidencial de Luis Rodolfo Abinader Corona, permitiéndole consolidar la visión de gobierno con el cual soñó y el país necesita.
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