Alegría y felicitaciones frente al palacio presidencial de Tiflis para celebrar la decisión de la Comisión Europea. La institución recomendó al Consejo Europeo que concediera a Georgia el estatus de candidata.
Salome Zourabichvili, presidenta de Georgia, no dudaba en acordarse de Rusia: «Este día pertenece a todos», decía. «Este valiente amor alimenta nuestro pasado y nuestro futuro. Esta es nuestra respuesta a Rusia, nuestra respuesta a la ocupación».
Para muchos ciudadanos, se trata de una victoria largamente esperada, que llevará a su país a su horizonte histórico.
«Nunca en mi vida esperé presenciar esto», reconocía el exministro de Reintegración y Reconciliación, Paata Zakareishvili. «Siempre soñé con este día, pero estos 30 años de independencia fueron tan duros que siempre pensé en la integración en la UE como algo en un futuro lejano».
Zakareishvili reconocía estar «emocionado por el pueblo georgiano, por nuestros ciudadanos. Son ellos los que han logrado esta decisión crucial, enhorabuena a todos. Estamos a punto de unirnos a la familia por la que nos hemos esforzado toda la vida».
«La decisión tomada hoy tiene mucha importancia para nosotros», decía otro ciudadano junto a su hijo. «Significa libertad e independencia para nosotros y, en esta situación crítica, esta decisión es aún más importante».
Los propios embajadores de la Unión Europea en Georgia también se unieron a los georgianos en la celebración, así como en la esperanza de que el país dé, este mes de diciembre, un paso más en el siempre complejo camino hacia la euro-integración. El destino está cada vez más cerca.
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