Santo Domingo . – República Dominicana volverá a poner sobre la mesa el debate en torno a la crisis que atraviesa Haití, en una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pautada para este mañana miércoles 21 de diciembre.
En ese encuentro se dará seguimiento a la resolución 2645 que establece la extensión de la permanencia de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), y que, además, ordena que el órgano se reúna cada 90 días para actualizar la situación que se vive en ese territorio isleño.
El canciller Roberto Álvarez viajará esta semana a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, para participar en una reunión, según un comunicado que publica la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En coherencia con lo expresado en reuniones anteriores de este órgano hemisférico, el canciller local volverá a plantear el apoyo de República Dominicana a lo propuesto por el secretario general de este organismo, António Guterres, en el sentido de que mientras se consolida la ayuda a la capacitación de policía haitiana, “es necesaria una fuerza robusta, capaz de recuperar la paz y poner fin a la violencia desatada por las bandas armadas, infiltradas por el poder político y económico”.
Se espera que Álvarez llame la atención ante la grave realidad humanitaria y de inseguridad que se vive en el vecino pueblo y que mantiene a gran parte de la población encerrada en sus hogares, sin poder acceder a servicios básicos como salud, alimentación y educación.
Durante su participación, el diplomático dominicano estará acompañado del embajador, representante permanente de República Dominicana ante la ONU, José Blanco.
Haití registra una crisis política, económica, de violencia e inseguridad, que provocado un éxodo de sus ciudadanos hacia diferentes destinos continentales.
La proliferación de pandillas armadas causantes de numerosos asesinatos, secuestros, violaciones sexuales e incursiones en propiedades públicas y privadas, principalmente de instituciones Ong,s extranjeras, han llevado al primer ministro haitiano Ariel Henry a solicitar una intervención militar internacional que garantice el retorno a la normalidad del país más pobre de occidente.
También padece graves situaciones alimentarias y de salud, como el cólera, eventualidades que se han agravado desde que fue asesinado a tiros el presidente Jovenel Moïse, que gobernó del 2017 a 2021.
Moïse fue abatido el 7 de julio del 2021 en su domicilio de Puerto Príncipe por un comando de 28 supuestos mercenarios extranjeros, colombianos en su mayoría, en un ataque donde además hirieron a su esposa, Martine Moïse, quien sobrevivió al atentado.
En esa ocasión, más de 40 personas fueron detenidas por el crimen, mientras que la investigación sobre el caso está en un punto muerto a más de un año del crimen.
El supuesto autor intelectual del asesinato es, según las autoridades haitianas Christian Emmanuel Sanon, un médico que residía en Florida (EEUU) hasta su apresamiento cuatro días después del asesinato del gobernante.
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