Ocurre luego de 10 años de voto voluntario y tras la derrota del proyecto constitucional el pasado mes de septiembre.
El Congreso chileno aprobó este reinstaurar el voto obligatorio para elecciones y plebiscitos populares, lo cual el país había dejado derogado en 2012 y que ahora fue decidido en una decisión de los parlamentarios en medio de las negociaciones sobre una nueva Constitución.
La norma salió adelante por 124 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones en la Cámara de Diputados la cual despachó la reforma constitucional que establece la obligatoriedad de voto en todas las elecciones excepto las primarias y que deja a cargo de una ley orgánica las multas y sanciones por el incumplimiento de este deber y los electores que estarán exentos de ella.
El diputado Jorge Alessandri, de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), al defender la vuelta atrás en esta norma, explicó «Intentamos el experimento del voto voluntario y fuimos bajando la participación elección tras elección. Creo que los tiempos que vive Chile son para todo lo contrario”.
El proyecto original, presentado a la Cámara Baja en enero de 2020, entiende la obligatoriedad del voto como un deber jurídico a favor de la democracia. Según recoge la iniciativa, ya aprobada, «construye y eleva el compromiso y la responsabilidad cívica de la población, ayuda a combatir la corrupción y los fraudes electorales, además de que asegura la participación de los ciudadanos en la vida pública del país».
Sin embargo, la senadora Fabiola Campillai, quien votó en contra del proyecto justificó su postura en el sentido de que «Yo creo que el voto es un derecho, el cual nosotros debemos de decidir si lo ejercemos o no. Debemos apuntar al voto informado, y eso solo se logra con educación cívica en los colegios y en la ciudadanía».
Con el voto voluntario, la participación más alta llegó al 55,6 por ciento para la segunda vuelta presidencial entre el actual presidente Gabriel Boric y José Antonio Kast, hace un año
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