EDITORIAL
A raíz de los apresamientos de los ex funcionarios gubernamentales del pasado gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Danilo Medina, el estado de nervio se ha apoderado de los colaboradores más cercano del ex presidente, dado a que están siendo acusados de haber cometidos numerosos actos de corrupción y hasta el momento no se sabe a ciencia cierta quienes serán los próximos en caer y tener que responder por ante los tribunales.
En caso de haberse cometido actos de corrupción durante los pasados gobiernos PLDeístas, ya que según las actuales autoridades judiciales están estudiando ampliamente para determinar la magnitud de los casos, y así poder repartir las culpabilidades de acuerdo a los códigos procesales en cuestión.
De acuerdo a las acusaciones, estos funcionarios cometieron atrocidades económicas en perjuicio del Erario Público, pero de ser así seguro que la justicia tendrá que actuar con la mayor prudencia, y así evitar consecuencias negativas que atenten contra la integridad física de los acusados, de modo que la justicia actúe debidamente.
Sin embargo ya se rumoran especulaciones, y en los tribunales no se aplican las Leyes en base a eso, sino en base a pruebas contundentes, el cual tanto los acusados, así como las partes acusatorias están en la obligación de demostrar su inocencia o viceversa.
Ya el inicio o más bien el intento de aplicar la justicia cobró su primera víctima, con el suicidio del Ing. César Prieto, luego que fueran detenidos los primeros 10 acusados, del que se especula la vinculación del ex primer mandatario Lic. Danilo Medina, como principal cabecilla de los actos de corrupción de que supuestamente son imputados, pero la justicia habrá de actuar sin prejuicio ni emociones, sino apegada a la Ley, y aquellos que sean encontrado culpables deberán pagar por sus hechos, de lo contrario, estos serán liberados de culpabilidad y además deberán ser resarcidos por falsas acusaciones, pero como dijimos anteriormente: lo primero que se necesita son las pruebas que fundamenta las acusaciones.
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