Desde hace algún tiempo, ahora todos andamos por las calles del país con miedo, sobre todo las mujeres porque entendemos que hemos tenido que modificar nuestra conducta de manera vertiginosa, é involuntaria, cosa que ha sido un duro golpe en cuanto a lo social.
Son múltiples las razones psicosociales las que han originado dicho cambio.
1ro.- Los tiempos ya no son los mismos: ante la situación social que se encuentra viviendo la República Dominicana, nosotros los ciudadanos hemos tenidos que modificar nuestra forma de accionar.
2do.- por un lado la delincuencia general, y por el otro, el deterioro social, nos ha hecho cambiar de manera tan considerable, que la mujer dominicana que ante acostumbrábamos andar en las calles de la ciudad de manera tranquila, impecable, con el don de una mujer, ya esto no es posible, por temor a ser asaltadas por cualquier delincuente, o hasta por un policía, que muchos de ellos forman parte de bandas delincuenciales.
El vestir ya no es el mismo, sobre todo aquellas las de a pies, porque somos las más vulnerables a ser víctimas de cualquier delincuente, la costumbre de llevar el bolso de mano se ha convertido en una tortura, ya no es posible sin que se corra algún riesgo personal.
En este país, la mujer ya perdió su estilo, es penoso ver una mujer en la calle portando fundas plásticas para llevar sus pertenencias, eso viene siendo algo como si a uno le quitaran su honor.
El pasado día 27 de Febrero, día de la Independencia Nacional, tuve una experiencia, cuando me encontraba en la Carretera de San Isidro, vi como a una señora de edad avanzada se le asalto, sacándola de un vehículo donde viajaba, la despojaron de todo lo que llevaba, después de provocarles algunos daños corporales.
Para mí fue una situación de impotencia, ya que aunque estaba presenciando el hecho delincuencial no pude intervenir por temor también a pasar por la misma situación que la citada dama.
3ro.- En otro ámbito: las mujeres muy jóvenes llevan otro ritmo de vida, visten como quieren y no les importas si están adecuadas o no para el momento, si provocan favorable o desfavorablemente, para ellas lo más importante es estar en el centro de la atención.
Estos cambios de manera definitiva son para mí algo diferente en mi modo de vida, ya que tanto en un caso como en los otros me han hecho pensar si debemos actuar o si actuamos correctamente ante tales fenómenos sociales.
Los nuevos tiempos que se viven en nuestro país, la República Dominicana, nos han hecho cambiar de una manera radical, queriendo o sin que queramos, pero en fin, nuestras conductas han sido drásticamente modificadas.
Todas sociedades necesitan de cambios, cambios que sean favorables para que cada paso que demos sea tan firme para dejar nuestro legado a futuras generaciones, y sean cuales sean siempre deben estar encaminados al mejoramiento social generacional de cada uno de nuestro ciudadano.
María Cándida Mejía Abreu,
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