El líder de la organización, Abdullah Ocalan, ha emitido un mensaje en directo por primera vez desde 1999 para anunciar que inicióel abandono de las armas el 11 de julio
«El movimiento del PKK y la estrategia de guerra de liberación nacional en la que se basa han llegado a su fin», ha declarado Abdullah Ocalan, líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en un mensaje de vídeo difundido días antes del proceso de desarme de la organización, cuyo inicio está previsto para el viernes 11 de julio.
Ocalan fue encarcelado en el centro penitenciario de la remota isla de Imrali, en el mar de Mármara, tras ser secuestrado en 1999 en Kenia por fuerzas secretas turcas. En su primer mensaje de vídeo en directo desde el año de su captura, Ocalan ha declarado seguir defendiendo «un llamamiento a la paz y a la sociedad democrática» y que el punto alcanzado en el proceso «debe considerarse valioso e histórico».
«El movimiento del PKK que aspiraba a un Estado independiente y la estrategia de guerra de liberación nacional en la que se basaba han llegado a su fin. Se ha reconocido la existencia y, por tanto, se ha logrado el objetivo principal. Esto es lo que significa la expiración», ha afirmado.
La etnia de los kurdos reclama desde el siglo pasado la creación de un estado propio en una región conocida como el Kurdistán que comprende partes de Turquía, Siria, Irán e Irak. El PKK se creó en 1978 como un movimiento paramilitar con orígenes marxistas que evolucionó, gracias a Ocalan, en una filosofía confederal para unificar a los kurdos repartidos por buena parte de Oriente Medio y conseguir un Estado propio por la vía armada. El PKK participó activamente en la guerra civil siria (en el frente al norte del país) como una de las facciones rebeldes en liza hasta la caída de Al Assad, lo que precipitó su fin.
«Se debe asegurar que la deposición de las armas se hará de una manera que será significativa para la Gran Asamblea Nacional Turca y la comisión, que eliminará las dudas en la opinión pública y que cumplirá con los requisitos de nuestra promesa», expresó Ocalan en su mensaje firmado el pasado 19 de junio. «Se trata de una transición voluntaria de la etapa de la lucha armada a la etapa de la política y el derecho democráticos. Esto no debe considerarse una pérdida, sino una ganancia histórica. Los detalles del abandono de armas se determinarán y aplicarán rápidamente».
El proceso del abandono de las armas
Tras las conversaciones mantenidas en Imrali por una delegación de diputados del partido DEM, el brazo político en Turquía de los kurdos, Ocalan pidió al PKK que depusiera las armas en una carta enviada el jueves 27 de febrero. Tras este llamamiento, El PKK anunció el 1 de marzo un alto el fuego efectivo.
La organización comenzó entonces los preparativos para un congreso de disolución. El PKK condicionó su celebración a la apertura de canales de comunicación con Ocalan y a que se le otorgasen garantías de seguridad. La cumbre tuvo lugar finalmente entre el 5 y el 7 de mayo.
El PKK y Turquía mantuvieron negociaciones similares entre 2013 y 2015 para resolver la cuestión kurda de forma pacífica. Los elementos clave del proceso incluían el desarme, reformas democráticas y la ampliación de los derechos de la identidad kurda. El propio Ocalan fue una figura clave en estas negociaciones. Sin embargo, con la reanudación de las hostilidades en 2015, el proceso de resolución se truncó.
El PKK sigue considerado una organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Turquía y muchos otros Estados. En casi 40 años de atentados, los militantes del PKK han matado a cerca de 15.000 personas, según cifras oficiales, y ha recibido represión política, judicial y militar por parte de los Estados donde se reclama la creación del Kurdistán, especialmente por parte de Turquía.
Fuente: Euronews
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