Moscú dice que el ataque ha sido repelido, Kiev no comenta los acontecimientos, mientras que los blogueros militares rusos afirman que se avecina otro ataque sorpresa
Ucrania ha lanzado un nuevo asalto en la región rusa de Kursk, seis meses después de la incursión sorpresa de Kiev en la zona fronteriza el pasado agosto. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un grupo de expertos con sede en Estados Unidos, las fuerzas de Kiev han avanzado hasta cinco kilómetros por detrás de las líneas rusas al sureste de Sudzha, en Kursk.
Las imágenes geolocalizadas han mostrado a las fuerzas ucranianas avanzando por la carretera Sudzha-Oboyan y capturando ya varios pueblos por el camino en dirección a Cherkasskaya Konopelka y Ulanok. Las autoridades ucranianas no hacen comentarios sobre los últimos acontecimientos, mientras que Moscú afirma que los ataques con vehículos blindados de hasta dos batallones mecanizados han sido repelidos.
Los blogueros militares rusos han compartido más detalles sobre lo que ha estado ocurriendo en Kursk, y algunos de ellos han informado de que las fuerzas ucranianas se lanzaron al asalto con entre 30 y 50 vehículos blindados y tomaron Cherkasskaya Konopelka y Ulanok. Sin embargo, otros desmintieron esta afirmación. El ISW insiste en que aún no ha encontrado pruebas que le permitan afirmar que las fuerzas ucranianas operan en Ulanok.
Seis meses de incursión ucraniana
Kiev lanzó su incursión en la región rusa de Kursk el 6 de agosto de 2024, tomando por sorpresa a los mandos militares rusos y a los aliados occidentales de Ucrania. Seis meses después, funcionarios de Kiev compartieron algunos detalles sobre la operación de agosto, revelando que pequeñas unidades de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) se infiltraron en la retaguardia rusa en la región de Kursk ya en junio de 2024, dos meses antes de que comenzara la incursión principal.
Avanzaron detrás de las líneas rusas en Kursk para preparar la incursión ucraniana, llevando a cabo reconocimientos y ataques selectivos para desmantelar elementos clave de las defensas fronterizas rusas. El SSO señaló que las fuerzas ucranianas destruyeron sistemáticamente la defensa antiaérea y los depósitos de municiones rusos, limitando la capacidad de respuesta de Rusia.
Seis meses después, las fuerzas ucranianas han mantenido posiciones en la zona fronteriza, pero Rusia ha recuperado el control de hasta la mitad de la zona inicialmente capturada por los militares de Kiev. Las autoridades ucranianas insisten en que los objetivos principales de la operación siempre han sido otros. Kiev afirma que la incursión impidió una nueva ofensiva rusa contra las ciudades de Sumy y Járkov y ayudó a ejercer presión sobre Rusia de cara a posibles conversaciones para poner fin a la guerra.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también señaló que la incursión en Kursk reforzó su principio de «paz a través de la fuerza» y proporcionó a Ucrania una importante reposición de los «fondos de intercambio» de prisioneros de guerra. En su evaluación semestral de la incursión ucraniana de agosto y de la continuación de las operaciones en la zona, el ISW afirmó que un pequeño grupo de tropas ucranianas en Kursk ha complicado los esfuerzos del Ejército ruso por avanzar en Ucrania.
Kiev aprovecha las debilidades rusas
«La incursión ha puesto de relieve cómo Ucrania puede explotar las vulnerabilidades de las reservas de mano de obra de Rusia y el diseño de la campaña en todo el teatro de operaciones para ejercer un control limitado sobre la actividad rusa en el campo de batalla en Ucrania y generar presiones informativas y políticas estratégicamente significativas sobre Rusia», dijo el ISW.
El presidente ruso, Vladímir Putin, elogió esta semana a algunas de las formaciones de élite de Moscú que defienden la región de Kursk, destacando el hecho de que la incursión ucraniana ha inmovilizado allí a cerca de un ejército de armas combinadas de tropas rusas desde agosto de 2024.
El ISW señaló recientemente que el mando militar ruso había reunido en Kursk a unos 78.000 soldados, incluidos 11.000 norcoreanos y elementos de la mayoría de las formaciones de infantería naval y VDV de élite de Rusia, con el objetivo de expulsar a las fuerzas ucranianas del territorio ruso.
A pesar de estas cifras y de la participación de tropas de Piongyang, Moscú sigue sin dar prioridad a la defensa de Kursk frente a los continuos avances en el este de Ucrania y a su objetivo final de capturar por completo la totalidad de las regiones de Donetsk y Lugansk.
Fuente: Euronews
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