Encuentro entre la mentira y la verdad (fábula árabe) a
propósito de una acusación falsa hecha contra el Ing. Hipólito Mejía, la Mentira
le dijo a la Verdad: buenos días doña Verdad, y la Verdad fue a comprobar si realmente
era un buen día.
Miró hacia arriba, no vio nubes de lluvia, varios pájaros
revoloteaban y comprobando que realmente era un buen día, le respondió a la Mentira:
Buenos días, Doña Mentira. Hace mucho calor hoy, le dijo la Mentira a la
Verdad, viendo que la Mentira y la Verdad decía la verdad, se relajó todo.
La Mentira entonces invitó a la Verdad a bañarse en el río.
La Mentira se quitó la ropa, saltó al agua y dijo: Venga, Doña Verdad, el agua está deliciosa. Y una vez más
la Verdad, sin dudar de la Mentira, se quitó la ropa y se metió en el agua,
entonces la Mentira salió del agua y se vistió con la ropa de la Verdad, la
Verdad se negó a vestirse con la ropa de la Mentira y por no tener de qué
avergonzarse, la Verdad salió desnuda caminando por la calle. Y a los ojos de
muchas personas, fue más fácil aceptar la mentira vestida de verdad, que la
verdad desnuda y cruda.
La seriedad y la pulcritud de Hipólito Mejía, es un hecho
irrefutable para que perversos que recurren al Sofisma para dañar honra y una
trayectoria inmaculada que está por encima de la diatriba de sus enemigos
internos y externos de su partido.
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