La ampliación del Congreso Nacional hace cuatro años con los siete diputados de ultramar fue visto con beneplácito por el colectivo de dominicanos residentes en el exterior, quienes albergaron la esperanza de tener verdaderos representantes, sin importar a cuales parcelas políticas estos perteneciesen, porque en el fondo muchos entendían ser una necesidad para así y a través de ellos poder enmendar los graves problemas que atañen a los conciudadanos fuera de su patria.
Cuatro años después, la mayor parte de los dominicanos en el exterior se sienten defraudados, pues los diputados de ultramar el único cometido por ellos ha sido abultar las nóminas del Congreso, y por ende el presupuesto nacional, ya que a pesar de los cuatro años transcurridos, sin aportar ningún logro palpable ante los ojos de la comunidad, ni los pasados ni los presentes diputados hicieron ni harán algo que valga la pena.
El mejor ejemplo lo están dando los dos diputados que representan a Europa, quienes legislan con una agenda vacía de trabajo, uno que repite como legislador, Marcos Genaro Cross Sánchez y la nueva diputada, Ana Emilia Báez Santana (Annie), quienes en el congreso tratan de jugar con la inteligencia de la diáspora residente en el exterior: cuando sin tener nada importante que presentar se abocan a ridiculizar a aquellos que con tanto sacrificio forman parte importante de la economía nacional, aportando más del 7.5 % del Producto Interno Bruto (PIB) mediante las remesas que envían al país, estimada en unos 4,882.7 MM de dólares anual, cifras dadas a conocer por los organismos internacionales referentes al importante tema.
El anteproyecto introducido por Marcos Cross al Congreso Nacional es referente a la Ley 101-87 sobre la celebración del día del dominicano en el exterior que se lleva a cabo el día 20 de Diciembre, pero el flamante diputado prefiere que el mismo se lleve a efecto el 2do. Domingo de cada mes de Octubre.
Curioso es esto, porque a los dominicanos no le interesan si ese día se celebrase el 30 de Febrero, el 40 de Mayo o el 60 de Septiembre, solo que se produzcan leyes que favorezcan al colectivo, abaratando la burocracia existente, debido a que muchos de los cuales desean volver a su patria con un regreso digno, y que se le defiendan ante las diversas adversidades que se le presentan en tierras lejanas, pero por ellos nadie saca la cara.
El anuncio del diputado Cross Sánchez, deja con la boca abierta al colectivo dominicano en Europa y todo el exterior, por entender que es la forma más simpática de ganarse el dinero que recibe a través del Congreso Nacional sin aportar nada que verdaderamente favorezca a sus connacionales.
Dice la diáspora que con tales proyectos, Marcos Cross solo busca justificar su condición de diputado, el alto salario y los beneficios que recibe, obtenidos de los recursos del pueblo, incluyendo los impuestos al Fisco Nacional de las remesas enviadas al país, quienes esperan que los mismos les sean devueltos por las autoridades del país traducidos en beneficios y servicios de diversas índoles.
Muchos conciudadanos entienden que tanto Cross y otros diputados de ultramar solo buscan protagonismo y a costa del colectivo justificar un salario que no merecen.
De igual Manera Annie Báez Santana, también se propone introducir una pieza vacía al Congreso y, se trata del trato igualitario en la tarifa protocolar de los pasaportes en toda Europa, sin mencionar ni siquiera el precio que debe imperar en el documento oficial de viaje de los dominicanos.
En España por ejemplo un pasaporte tiene un valor de 60 Euros, frente a la tarifa del mismo documento para los dominicanos que residen en Suiza, con un precio de 275 Euros, temiéndose de que la Dirección General de Pasaportes aproveche la oportunidad para sacar beneficios económicos ante un torpe proyecto introducido al parlamento por una persona, que aún desconoce sus funciones como legisladora.
Ante tales situaciones muchos dominicanos son de opinión y dado el poco rendimiento de dichos personajes congresuales, que tanto los 7 diputados de ultramar, así como la ley con las que fueron creados deben ser anulados del Congreso Nacional.
Por Danilo Correa.-