Al parecer el ex presidente uruguayo Don Pepe Mujica, perdió
el norte político de la comparación al llegar a la República dominicana é hizo
declaraciones que no está a tono con su magnífica forma en que gobernó a su
país en el pasado reciente, del que ha sido el presidente mejor valorado de
toda América Latina y el Caribe.
Mujica con su estilo peculiar quiso advertir a las
autoridades de este país que debían aumentar los ingresos a través de las
recaudaciones impositivas, manifestándolo por medio a la comparación de esta
media isla en subdesarrollo con países europeos supe desarrollados, lo que no
se considera que es lo mismo ni tampoco es igual.
Dado el caso que los
países escandinavos como naciones civilizadas: sus ciudadanos tienen casas de
acogida, existen ayudas sociales (no dadivas políticas) y cada ciudadano percibe
una renta de un monto determinado y además se le respetan sus derechos
fundamentales, perciben un salario que le permite pagar altos impuestos y vivir
su vida dignamente.
En cambio en República Dominicana existe más de un 40% de
desempleo y más del 20% de trabajadores irregulares (chiriperos) y más del 60%
de los trabajadores habituales devienen salarios de los llamados cebollas, es
decir insuficientes para vivir, la mal llamada seguridad social del país es una
verdadera enfermedad, ya que ni es segura y mucho menos social. Mientras un
puñado de los funcionarios Estatales se lleva gran parte del presupuesto
nacional en términos salariales; y el mejor ejemplo lo es el presidente del
Banco Central.
En Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia y en los demás
países civilizados, el gobierno está en obligación de proporcionar a todos sus
ciudadanos medios de vida, ya sean a través de los departamentos de trabajo o
mediante ayudas sociales, sin que esto signifique un compromiso político con
los partidos gobernantes, pero tampoco pagan más del 50% de impuestos como lo
definió Pepe Mujica, con la excepción de Dinamarca de ingreso laboral cuando
esto sobre pasan a los 50 mil Euros anual.
Suiza es el país que posee la carga impositiva más baja de
todos los países desarrollados, sin embargo es el más rico del mundo, donde se
paga un 7.6% del valor agregado, luego de un aumento del 8% en el 2011, siendo
la tasa más baja de toda Europa, en algunos suministros solo datan del 2.4%
entre los que se encuentran: medicina, comida, libros, en tanto que la
hotelería solo es afectada con el 3.6%, mientras que exentos del pago del IVA
incluye: seguridad social, servicios sociales, educación y juegos.
En Suecia en cambio se paga un 25% en general, con un IVA
reducido de 12% y súper reducido de un 6% en caso específico ya ante señalado.
Noruega tiene una tasa estándar de 25% sobre la renta de las
empresas, solo en el caso de los trabajadores sin la tarjeta de permiso laboral
sus salarios pueden ser afectados con hasta el 50% por retención hasta
presentar dicha tarjeta.
En Finlandia, el IVA como seguridad y contribución sobre la
Renta es de 24.5% y 14.1% sobre beneficios empresariales y un 1.2% de otros
impuestos para sumar un total de de 39.8% ocupando la posición número 12 entre
186 países.
Sin embargo solo paga un 10% sobre el valor, posee un gran
desarrollo como país y una elevada Renta que permite a sus ciudadanos vivir
holgadamente, donde el desempleo no sobre pasa al 8% de la población.
Finlandia cuenta además con el mayor nivel educativo a nivel
mundial, y es pionera en investigación y desarrollo a la formación, sistema
bancario solido, empresas punteras a nivel internacional, y bajo endeudamiento
público.
Dinamarca, puede llegar a pagar hasta el 53% del salario,
pero solo si sobrepasa a los 50.000 Euros al año, dinero que regresa al
trabajador traducido en bienes sociales, tales como: educación, maternidad,
esta ratio puede regresar al trabajador a través de la declaración de Renta y
los impuestos al valor son de un 25% para todo tipo de consumo, igual que para
los beneficios empresariales.
Dinamarca tiene la tasa impositiva más alta de toda Europa,
pero con la ventaja de carecer una corrupción endémica, lo que hace que sea un
país equilibrado y feliz con la menor percepción en la lista de 177 naciones a
nivel global, de acuerdo al informe
de Transparencia Internacional.
En conclusión, Mujica al comparar estos países desarrollados
con una democracia sólida y casi libre de corrupción frente a los
latinoamericanos y caribeños, olvidó que en estos últimos países prevalece el
macuteo, los negocios turbios o por debajo de la mesa, y sobre todo es donde
acampa la impunidad lo que hace que sean aún más vulnerables.
En el caso de la República dominicana, aquí no existe tal milagro,
sino gracias al alto endeudamiento público con las instituciones bancarias
internacionales nos permite mantener el nivel aparente, aunque los informes del
presidente del Banco Central hablan de un crecimiento de un 7% del PIB, de
igual manera las remesas enviadas al país por el colectivo dominicano residente
en el exterior superan al 7%, con un total por encima a unos 16 mil millones de
dólares anual, crecimiento poco notable, debido a los altos niveles de
corrupción en las instituciones públicas y privadas del país.
Don Pepe Mujica es uno de los hombres más pulcro en Latinoamérica
y un gran gobernante, que debió ser el favorecido con el nobel de la paz, pero con
todo el respeto que merece, no puede hablar sobre la situación dominicana,
porque de hecho la conoce muy poco y
desconoce además el nivel de pobreza existente en el país, los bajos salarios y
la desigualdad social por la que atraviesan sus habitantes, donde se pagan
impuestos acordes con los países más ricos del mundo, sirviendo únicamente para
mantener y engordar la corrupción imperante en toda la esfera nacional.